CALVO VALENCIA, SANTIAGO / GONZÁLEZ CHAVES, ALBERTO JOSÉ / GALÁN MUÑOZ, JOSÉ LUIS
Don Marcelo recoge numerosas fuentes y testimonios que dan fe de la vida
del cardenal Primado y narra algunas de sus «transiciones»: la de sacerdote
a obispo, responsabilidad angustiante que no deseaba; la de su traslado de
Astorga a Barcelona, al que fue reticente; la de la Iglesia anterior al Vaticano
II a la del posconcilio, donde queda de manifiesto el celo con el que Don
Marcelo trató de aplicar el Concilio como hijo humilde y agradecido de la
Iglesia; o la Transición, el advenimiento de la democracia a España, durante
la cual su postura también es incomprendida demasiadas veces.
Los autores recogen también muchos detalles de sus relaciones con figuras
esenciales para la vida de la Iglesia durante el último siglo, como los santos
pontífices Juan XXXIII, Pablo VI y Juan Pablo II; san Josemaría Escrivá y el
beato Álvaro del Portillo; santa Maravillas de Jesús, el cardenal Tarancón o
el general Franco.
Él fue el instrumento de la Providencia para que mi vocación sacerdotal
creciera y madurara en aquel Seminario que propició con su carta Un
Seminario nuevo y libre, fruto precioso del Concilio Vaticano II. Recuerdo con
viveza sus palabras aquel 12 de julio de 1981: En el Evangelio que se nos
ha leído hoy se habla de vosotros, porque estas palabras de la parábola del
sembrador son aplicables perfectamente a este momento y a vuestras
personas. ¿Qué sois o qué vais a hacer? Sembradores de la vida de Cristo
en el mundo, esa es vuestra misión. Todo el conjunto de vuestros actos de
vida se orienta hacia este fin: sembrar la vida de Cristo en el mundo.