El hombre se interroga por el sentido de su
vida: ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Para
qué estoy en el mundo? La respuesta última
a estas preguntas no puede ser sino Dios. Y
la pregunta por Dios decide nuestro futuro, el
futuro de la humanidad y de la Iglesia.
Un libro para mantener viva la pregunta por el
Dios de Jesucristo, en el pensamiento y acción
cristiana. También para situar el testimonio
sobre el Dios trinitario en el centro de la
vida cristiana y de la predicación eclesial.