El comienzo de la filosofía lo constituye la indagación de los primeros
pensadores griegos acerca de la razón primordial de todo, a la que denominan
«Dios» o lo «Divino». El pensamiento cristiano, por su parte, está
presidido, desde un principio y durante toda la Edad Media, por la idea de
«Dios», que fundamenta filosóficamente. Y los más insignes pensadores de
la Edad Moderna profesan a su manera la creencia en la existencia de Dios,
haciendo de ella el fundamento y contenido principal de su filosofía.
En la actualidad, no pocas personas en Occidente viven y piensan como
si Dios no existiera. Y sin embargo, en la mayor parte del mundo la fe religiosa
conserva e incluso acrecienta su influencia. También hoy la filosofía
puede sin duda esclarecer un gran número de cuestiones sobre la existencia
y la presencia de Dios.