DICASTERIO PARA LA DOCTRINA DE LA FE
«En las tres primeras partes, la Declaración recuerda los principios fundamentales y los supuestos teóricos para
ofrecer importantes aclaraciones que puedan evitar las frecuentes confusiones que se producen en el uso del término dignidad. En la cuarta parte, presenta algunas situaciones problemáticas actuales en las que no se
reconoce adecuadamente la inmensa e inalienable
dignidad que corresponde a todo ser humano. La
denuncia de estas graves y actuales violaciones de la
dignidad humana es un gesto necesario, porque la Iglesia
está profundamente convencida de que no se puede
separar la fe de la defensa de la dignidad humana, la
evangelización de la promoción de una vida digna y la
espiritualidad del compromiso por la dignidad de todos los seres humanos» (de la Presentación).