Premio Adonáis 2017 en su 71.ª convocatoria, «por representar
con compleja sencillez y precisas dosis de ironía y de sorpresa, con
gran poder evocativo y plasticidad visual, la despedida de la
adolescencia», según afirmó el jurado. Ciertamente, esta es obra
que expresa el desencanto y la tristeza de tener que hacerse adulto,
y no porque el paso del tiempo actúe inexorablemente sobre los
seres humanos, sino por el doloroso trance que supone tener que
dejar atrás tantas cosas, circunstancias e individuos que fueron
motivos de felicidad. Cargado de expresiones coloquiales, de
intenso lirismo, directo, vivencial, muy cercano a una tradición de
poesía de enorme calado biográfico, escrita desde la verdad de la
vida, y en la que poeticidad y emoción se iluminan mutuamente.