Querida María Teresa:
Muchas gracias por tu libro, en el que reflexionas
sobre algunas sugerencias mías. Siento que
tus palabras son fruto de tu experiencia y reflexión
en torno a diversos temas que también se derivan y
afectan a la vocación y a la misión de la mujer.
Me preocupa que siga persistiendo cierta mentalidad
machista, incluso en las sociedades más
avanzadas, en las que se consuman actos de violencia
contra la mujer, convirtiéndola en objeto de
maltrato, de trata y lucro, así como de explotación
en la publicidad y en la industria del consumo y de la
diversión. Me preocupa igualmente que en la propia
Iglesia, el papel de servicio al que todo cristiano está
llamado se deslice, en el caso de la mujer, algunas
veces, hacia papeles más bien de servidumbre que
de verdadero servicio de su pueblo (...).
Del prólogo del papa Francisco.