Las dos historias recogidas aquí, Los extractos del diario de Adán (= Los
extractos) y El Diario de Eva, fueron escritas en 1893 y 1905
respectivamente. Aunque hay más de diez años de diferencia en su
composición, Twain pensó que era muy apropiado publicarlos juntos debido
a sus evidentes conexiones. Esto ocurrió por primera vez en 1906 en la
colección de cuentos titulada The $30 000 Bequest. El Edén no es un lugar
sino una persona. Como sugiere el autor de la Carta a los Efesios, el marido
y la mujer están destinados a ser el uno para el otro signos de esta Persona,
que es el cielo (cf. Ef 5:31-32). Mark Twain se detuvo en el signo, buscando
la salvación en el amor humano sin conectarlo con el amor divino. Pero al
dirigirse al signo, inevitablemente, quizás a pesar de sí mismo, también tocó
la realidad mayor, para la cual el amor de los dos es un sacramento: un
signo eficaz que ya contiene misteriosamente la realidad que significa. De la
Introducción a los Diarios de Adán y Eva de Mark Twain Stephan
Kampowski