A través del análisis de las Constituciones más significativas en las Revoluciones Francesa y Rusa, con especial atención a los Derechos Individuales y sus Garantías, el autor extrae conclusiones determinantes para afrontar las actuales tareas jurídicas, sociales y políticas. En ambos procesos revolucionarios, estos derechos y sus garantías constituyeron un medio para un fin, nunca un fin en sí mismo, de tal manera que acabaron siendo un mero instrumento del poder político legal en vigor, en consonancia con unos principios de construcción social que contemplaban al individuo particular tan sólo en la medida en que casase con el objetivo colectivo redentor. De esta manera, se analiza la relación que estas constituciones tuvieron con el desarrollo de la maquinaria del terror que las dictaduras resultantes de sendos procesos revolucionarios pusieron en marcha para materializar su visión del mundo.