Dar de comer al hambriento se refiere a una necesidad muy básica que nos sitúa frente a una gran pobreza, ante una situación miserable, de abandono, que nos invita a entrar en contacto con los últimos, con los favoritos del Señor.
También nos plantea un deber de justicia. En palabras de San Gregorio Magno: "Cuando damos las cosas necesarias a los pobres, no les estamos dando generosamente lo que es nuestro, sino que les devolvemos lo que les pertenece, estamos pagando una deuda de justicia".
Este ensayo aborda el argumento de esta obra de misericordia, que sigue siendo un enorme desafío, desde una perspectiva actual.