En Cuentos de Madrid, Manuel Lacarta se ha propuesto contar la historia de Madrid sin que se note que es historia, pero tampoco sin que falten a él ni Cervantes ni Lope de Vega; ni Felipe II ni Francisco de Goya; sucesos como el Dos de Mayo, la proclamación de la II República, la muerte de Franco o el 11-M, que se mezclan con la vida cotidiana. No quiere caer en la llamada novela histórica, ni en el manido relato costumbrista decimonónico al que parece condenado el libro madrileño; lo suyo es traer Madrid en 131 noticias breves: ciertas, falsas, pero todas verdaderas, que se corresponden con las voces y la palabra de otros muchos narradores, que, a la postre, no son otro que el reflejo coral del sentir y la vida madrileños.