Clara de Asís vivió en una época de grandes
cambios tanto sociales como eclesiales.
Ella es una mujer fuerte y valiente que toma la
decisión de dar la espalda a las corrientes de la
época y se pone en camino tras las huellas de
Francisco de Asís lo que la lleva a una entrega
total y abandonada a las manos de Dios al que
se consagra por entero haciendo de sus nupcias
un canto a la pobreza más evangélica.