El libro que el lector tiene entre sus manos aborda una temática
profundamente inglesa, pero a su vez tiene un alcance
universal. Los tres autores estudiados Moro, Newman y
Chesterton son ingleses hasta los tuétanos. Uno sufrió martirio
por su defensa de la fe católica; los otros dos se convirtieron a
ella. Los tres amaron a su patria tiernamente, y los tres sufrieron la
persecución, discriminación o calumnias por parte del poder político
o de la tradición cultural dominante. Por eso, los tres navegaron
contracorriente porque entendieron que lo más digno en el
hombre, lo que lo hace feliz y supremamente libre, es ser leal a lo
que en una conciencia bien formada se presenta como la verdad.
Hoy podríamos afirmar que la corriente cultural dominante implica
en muchos casos ir contracorriente. Pero contracorriente hacia
la libertad.