Este libro está concebido como una ayuda para quienes se adentran en el estudio y la explicación de las ciencias teológicas. Estudiar y dar clase de teología es una tarea que compromete a la persona entera y, desde el punto de vista intelectual, exige un gran esfuerzo. Además del esfuerzo por captar los conceptos propiamente teológicos, se requiere conocer con precisión muchos otros conceptos que, por su naturaleza, pertenecen a otras áreas del saber en las que son estudiados formalmente. Si toda ciencia necesita de conocimientos tratados en otros lugares, esto sucede de forma particularmente frecuente en los estudios teológicos. La teología es considerada ciencia suprema precisamente por ir al fundamento y razón de todas las cosas.