El autor, presidente de la Sociedad Internacional
para la Ciencia y la Religión, hace una profunda
reflexión clásica a la vez que brillante sobre la
crisis existente en la relación entre ciencia y religión.
Se trata del estudio considerado como el análisis
histórico más importante de las relaciones entre
ciencia y religión publicado desde finales del siglo
XIX. Una joya que recibió el premio Watson Davis
de la Sociedad de Historia de la Ciencia (History of
Science Society), de Estados Unidos, y el premio
Templeton para libros sobresalientes sobre ciencia
y religión.