La intención de este escrito no es mostrar una compatibilidad extrínseca entre la fe y la ciencia, concebidas -ambas- como dimensiones totales, sino reflexionar sobre el carácter abierto del saber científico.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información