La obra es reflejo de una "Historia" de la Reforma de la orden del Carmen
realizada por Santa Teresa de Jesús con la ayuda de muchos «colaboradores»
necesarios, entre ellos San Juan de la Cruz, el general de la orden, P. Rubeo,
el rey don Felipe, el obispo de Ávila, don Álvaro de Mendoza. Y también, entre
los primeros carmelitas descalzos, el P. Gracián, algunas familias nobles y
órdenes religiosas, las autoridades eclesiásticas y civiles, y hasta gentes del
pueblo, como los mercaderes, arrieros y carreteros. Y trata también de los
"herederos", la familia espiritual que se alimenta de la vida y doctrina de la
Fundadora y que constituyen la "Escuela mística teresiana", monjas y frailes de
los orígenes y los grandes creadores de los siglos posteriores hasta nuestros
días. Concluye con una revisión del «carisma» teresiano, una "herencia"
recibida que vale la pena mantener y revitalizar.