Canciones de mi infancia nos hace llegar a reconectar con los recuerdos y sentir emociones gracias a su exposición e ilustraciones tan personales; nos hace revivir momentos con entusiasmo y excitación transportándonos a la infancia y llevándonos reflexionar y valorar que lo importante, a veces, no es lo material, sino entender que se puede ser feliz con muy poco.
Y así es como vivimos, jugamos, crecimos, compartimos y disfrutamos una generación en la que “CREÍMOS NO TENER NADA Y, SIN SABERLO, LO TUVIMOS TODO”.