Walt Whitman no solo es el más grande de los poetas americanos, sino también el creador de un estilo, de un universo, de una manera nueva de ver y sentir la poe-sía. Se dio prioridad a sí mismo reflejándose en una nación que comenzaba; escribió sobre él y sus camaradas, sobre el paisaje, la democracia, la política, el amor y sus desengaños y también sobre su realidad y su deseo. Considerado el padre del verso libre, compone poemas según la prosodia de la Biblia inglesa, sin adornos metafóricos, con americanismos, un estilo exuberante, prosaico, un toque barroco en el orden sintáctico, un lenguaje coloquial, repetitivo... Pero nos admira la fuerza de su mirada, la libertad en el verso, la sinceridad de la imagen, el tono conversa-cional, la rapidez en la escritura, el testimonio social y sexual de una época, el es-bozo de una guerra, de un presidente, de una conducta, el don y la gracia de un poeta inmenso.