Bridget se ha hecho mayor, pero sigue siendo tan divertida y ca tica como antes. Por supuesto, sigue intentando dejar de fumar y de beber y ya va por la milésima dieta. Y como no podía ser de otro modo, ahora está desesperadamente enganchada a las webs de contactos, a Facebook, a Twitter. y sigue loca por los hombres. Las cosas le irán mejor, pero en realidad ¿puede realmente cambiar?