El título de este libro podría sorprender. ¿Acaso es posible atraer a Dios? El, cuyo Amor, está siempre buscándonos, ¿espera que aprovechemos su acción? Y si no es así, ¿por qué no actúa con más eficacia? No enmascaremos el problema. San Pablo lo plantea en términos muy directos.