Puede afirmarse que en Asís, como en nunguna otra ciudad, si exceptuamos Jerusalén, el destino de un
pueblo se ha identificado con la biografía de uno dde sus hijos. Francisco ya no puede entenderse sin los
lugares en los que vivió, ni aquellos lugares asisienses son comprensibles sin la presencia y el recuerdo
de Francisco y Clara. Asís es la ciudad símbolo de una civilización planetaria, de una ecumenololis, es
expresión de Toymbee, o de una ciudad-mundo, como lo llama Mumford. Desde Asís, ciudad-símbolo, hay
que pensar en todas las demás ciudades del mundo, para construir un saciedad rejuvenacida y
humanizada a través de sus ciudades. Ese es el mensaje franciscano de este libro.