«En una época lejana, antes de que la historia avanzara penosamente sobre las colinas y destrozara el presente y el futuro, antes
de que el viento agarrara la tierra por una esquina y la despojara de su nombre y de su carácter, antes de que Amal naciera, una
pequeña aldea del este de Haifa vivía pacíficamente de los higos y las olivas, con las fronteras abiertas y bajo la luz del sol». Así se
inicia esta novela, la historia de varias generaciones de una familia palestina y de su pueblo a lo largo de sesenta largos años de
conflicto palestino-israelí. Amaneceres en Yenín va narrando la odisea de la familia Abulheja, que se ve forzada a exiliarse de su
hogar e ingresar en un campo de refugiados tras la ocupación israelí de 1948. Su historia se desarrolla a través de los ojos de la
hermana menor, Amal, la hija nacida en el campo de Yenín que acaba emigrando a los Estados Unidos; el hijo mayor que lo pierde
todo en la lucha por la libertad; el hijo robado que se convierte en un soldado enemigo