A veces la vida nos desarma y nos obliga a detenernos. Paula Vega nos invita a escuchar lo que no siempre se oye en el ruido diario: el susurro de Dios. Con su estilo cálido y cercano, nos anima a mirar el día a día con otros ojos, a descubrir esas señales que nos guían, ya sea entre la brisa suave o la tormenta que nos sacude. En estas páginas, la fe se entrelaza con las preguntas, las dudas y los silencios. Por eso este libro es un refugio para quienes buscan caminar con más confianza, abiertos a las sorpresas del Espíritu, que siempre nos invita a bailar a su ritmo, aunque nuestros pasos sean inciertos.