Hasta ahora, Nick Corey ha vivido muy bien. Ser el
sheriff de una población de mala muerte es perfecto
para alguien que no es ni valiente, ni trabajador, ni
honrado. Pero se acercan las elecciones y su cargo
corre peligro. Si no quiere perderlo todo, Corey va
a tener que tomar decisiones extremas. Y no le va a
temblar el pulso.