«¿Por qué nuestras oraciones son tan complicadas, extensas, explicativas y
algo aburridas...? Aquí está el propósito de este libro: orar con ligereza, en
cualquier situación, y con un mínimo de palabras. Tú, lector, tienes muchos
momentos propios y propicios para tomar el sol, y palabras para hablar con
Dios. Tú escribirías muchas más de ciento una oraciones, pues tus
conversaciones con Dios seguro que son apasionantes. Solo necesitas creer
en su luz y bailar a su ritmo en la tibieza de su calor».