Wojtyla fue probablemente el hombre más
público de la historia. Ningún otro ha sido
más fotografiado, retransmitido o filmado
que él. Por sus audiencias de los miércoles
desfilaron más de 18 millones de personas.
Pero, ¿qué hay detrás de su imagen pública
que ha escapado hasta hoy, por increíble
que parezca, a los ojos del mundo? ¿Cuál
es el lado privado del personaje más público?
¿Qué personas ofrecieron incluso
su vida para que Juan Pablo II tuviese un
pontificado largo y fructífero, como así fue?
Horas antes del atentado del 13 de mayo de
1981, la Madre Esperanza, el alma gemela
del Padre Pío, empezó a vomitar sangre
en la intimidad de su celda. Llegó a empapar
cinco toallas enteras y su agonía entre
estertores sólo cesó cuando la monja supo
que el Papa estaba fuera de peligro.
Wojtyla sobrevivió de milagro al atentado y
hoy su obra y poder de intercesión se extienden
por todos los rincones del planeta.
Una veintena de personas brindan ahora
sus impactantes testimonios para la película:
desde un hombre que a punto estuvo de
ser abortado por su madre y que hoy vive
gracias a la intercesión de Wojtyla, hasta
una joven desahuciada por los médicos que
vio el llamado túnel de la muerte y volvió
a nacer tras las incesantes plegarias de sus
padres al Papa fallecido, pasando por una
mujer a quien una mano invisible impidió
arrojarse por la terraza tras visualizar poco
antes el rostro del pontífice o un joven que
halló la vocación sacerdotal con solo mirarle
a los ojos durante una audiencia privada.
Wojtyla. La investigación ofrece también
fotografías, grabaciones y documentos inéditos
que alumbran la imagen desconocida
de uno de los más grandes hombres de la
historia.