Louka es un concertista de violoncelo y
profesor de renombre en la Checoslovaquia
ocupada por los soviéticos. Al perder
su puesto en la orquesta, no le queda
más remedio que tocar en funerales
para sobrevivir. Por conveniencia, decide
aceptar en matrimonio a una mujer rusa,
que le abandona poco después de la boda
dejándole a su hijo de cinco años, Kolya.
Descontentos con su nueva situación
y sin hablar el mismo idioma, ambos
necesitarán tiempo y paciencia para
superar la barrera cultural que les separa.