Años sesenta, barrio madrileño de Maravillas. Eloísa es una abnegada esposa y madre eficiente, que vive con su marido, un guardia municipal más autoritario en casa que en la calle y al que a veces se le va la mano. Su hijo es un beato que salió del seminario poco antes de convertirse en sacerdote, y que se pasa la vida estudiando y rezando para expiar los pecados de su familia. Las hijas, dos hermanas, obsesionadas cada una a su manera por la riqueza, se profesan mutuamente un profundo odio. La injusticia reinante en un mundo sin piedad en una película poco conocida del gran Fernando Fernán Gómez, que se repone en salas con motivo de su 50 aniversario.